Hoy os queremos hablar de arte y moda fundidos de la mano de Louis Vuitton.
Esta vez, se asocia con la artista japonesa Yayoi Kusama, bajo la dirección artística de Marc Jacobs, para presentar una colección llena de color.
Los emblemáticos bolsos de la Maison, la colección ready-to-wear, zapatos, accesorios, relojes y bisutería se convirtieron en el lienzo ideal para los estampados orgánicos y en serie de Kusama.
La artista, que abandonó Japón para vivir en los Estados Unidos, participó indirectamente y a su manera en la Psicodelia y el arte pop. Cansada mentalmente, regresó a Japón de manera definitiva en 1973, donde vive desde su regreso, en un hospital psiquiátrico en Tokio.
Su terapia es su trabajo, una vía de escape a unas alucinaciones que comenzaron cuando era una adolescente y explotaron cuando escapó del hogar familiar. Sus obras pobladas de infinitos lunares, obsesión que se ha convertido en “marca de la casa”.
Jacobs la visitó en 2006 en el sanatorio donde vive y la conexión entre ambos fue instantánea: ella le trajo un bolso Speedy ya customizado con sus topos. Premonición. De aquel encuentro nació una operación global de reivindicación de la obra de Kusama que va más allá de lo comercial.
Louis Vuitton patrocina la retrospectiva que ahora llega a Nueva York tras pasar por Madrid, París y Londres. “La inocencia de su obra me conmueve”, ha declarado Marc Jacobs, subyugado tanto por el trabajo como por la historia personal de Kusama. En su ánimo no solo está repetir el éxito de las piezas creadas en colaboración con Sprouse o Murakami, sino “lograr un público más amplio para el trabajo de Yayoi. Concibo la colección como un nuevo lugar en el que ver su obra, para las personas que no van a galerías ni a museos”. La admiración es mutua: Kusama, tiene un tremendo respeto por la creatividad de Marc Jacobs.
Esta exposición retrospectiva, que invita a los espectadores a sumergirse en el mundo de Kusama, ha viajado desde el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid al Centre Pompidou en París, y del Tate Modern en Londres hasta el Whitney Museum de Nueva York donde se inauguró el pasado 10 de julio.
En Madrid, se organizó un evento de presentación la semana pasada para mostrar la maravillosa colección.